La Iglesia del Monasterio de San Jerónimo es uno de los ejemplos del Renacimiento en España, cumpliendo con todas sus características. Se trata de uno de los ámbitos más ostentosos de todo el conjunto.
En artículos pasados, hablamos acerca de la historia y construcción del Monasterio de San Jerónimo, así como de curiosidades. Por tanto, ahora es el momento de hablar acerca de su iglesia.
El Monasterio de San Jerónimo hace referencia a una de las obras del arte español donde se enmarcan estilos góticos y renacentistas. Su iglesia es una de las más bellas y distinguidas en el renacentismo español gracias al patronazgo de la Duquesa de Sessa. Esta comenzó en sus inicios siendo un templo de traza gótica atribuida al arquitecto Enrique Egas.
Las obras de la iglesia comienzan en 1526 por el arquitecto, escultor y pintor italiano Jacobo Florentino bajo el patronazgo de Dña. María de Manrique, viuda del Gran Capitán. La capilla será convertida en panteón de Don Gonzalo Fernández de Córdova, su esposa y familiares.
Diego de Siloé es encargado de las obras hasta 1543, tras la muerte de Jacobo Florentino. Tras la muerte de la Duquesa en 1527, su disposición testamentaria dejó suficientes fondos para continuar con la obra.
La Iglesia del Monasterio de San Jerónimo es de planta de cruz latina, con un coro elevado a los pies, característicos de las iglesias jerónimas, donde se ensalza la sillería llevada a cabo por Siloé y un altar alzado por medio de una escalinata. Consta de una sola nave rectangular con cruceros, en cuyos lados se sitúan dos capillas colaterales, ambas con abundante decoración.
Podemos destacar el retablo de su Capilla Mayor, de estilo manierista, donde se ven reflejadas características del Renacimiento. Fue llevado a cabo entre 1570 y 1605. Su programa iconográfico resalta las grandezas militares y la heroicidad del Gran Capitán.
Bajo el retablo del Evangelio en 1795 se llevó a cabo otro de estuco con columnas jónicas. Sirvió de base para un entierro de Cristo de Jacobo Florentino. Actualmente, alberga una Virgen con el Niño del escultor flamenco Roque Balduque, flanqueada por los santos Jerónimos y Paula, estatuas del autor granadino procedentes de Santa Paula del siglo XVII.
Del exterior podemos destacar su cabecera. Consta de gruesos contrafuertes que aún hablan de medievalismo, cuya decoración en relieve es atribuida a Jacobo Florentino. Resalta el paño central con un gran escudo con las armas del Gran Capitán y su esposa sostenido por guerreros.
En el segundo cuerpo, atribuido a Diego de Siloé, aparece una inscripción donde se muestran las hazañas del comitente. Se encuentra sostenida por las alegorías de la Fortuna y la Industria.
En los paños laterales se pueden apreciar dos tonos clasicistas con sendos bustos, representando a los duques, uno masculino y otro femenino. Se encuentran al lado del Evangelio y de la Epístola respectivamente. Por otro lado, en los testeros exteriores de los brazos del transepto también se sitúan escudos, sostenidos por putti.
Del mismo modo, la fachada de la Iglesia del Monasterio de San Jerónimo es dividida por tres cuerpos flanqueados por contrafuertes. El primero se compone por una portada de mármol con un arco de medio punto central flanqueado por dobles columnas dóricas que soportan un entablamento. Sobre este se ubica una hornacina, la cual acoge un altorrelieve de San Jerónimo atribuido a Martín Díaz de Navarrete y Pedro de Orea.
Por el contrario, el segundo y el tercero son obra de Siloé. Aparece un escudo de los Reyes Católicos central flanqueado por dos ventanas cuadrangulares y por las iniciales F e Y coronadas con el yugo y las flechas, al lado del Evangelio y de la Epístola.
Estos son algunos de los elementos que podemos destacar de este maravilloso conjunto renacentista. Para conocer más en profundidad este conjunto te proponemos una visita con audio guía adquiriendo tu entrada a través de nuestra página web. Compra tu entrada online y reserva tu visita al Real Monasterio de San Jerónimo de Granada.