Dentro de los grandes proyectos constructivos de la ciudad de Granada, podemos ubicar el Real Monasterio de San Jerónimo. Su origen se remonta en 1492 en el campamento militar que los Reyes Católicos habían instalado en Santa Fe. No fue hasta 1504 cuando se instaló en su ubicación actual.
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El tiempo de construcción entre Iglesia y el Monasterio fue distinto, siendo este último más rápido. Cuenta con un total de dos entradas de acceso, una a través de la calle Gran Capitán por el Compás de San Jerónimo y otra por la calle Rector López Argüeta.
Su puerta consta de un arco de medio punto, el cual es presidido por una escultura de la Virgen de las Angustias. Una vez dentro, nos encontramos con un patio, que recibe el nombre de compás, por el que podemos acceder tanto a la Iglesia como al Monasterio.
La portada del Monasterio de San Jerónimo se compone de dos cuerpos:
Tras acceder al interior del Monasterio de San Jerónimo lo primero que podemos contemplar es un zaguán con empedrado granadino.
La siguiente sala a la que accedemos se trata de la oficina de ventas donde destacan dos esculturas resguardadas en urnas. Se corresponden con La Inmaculada y San Jerónimo.
A continuación nos encontramos con el claustro que se compone por dos cuerpos. La visita a las distintas dependencias se realiza a través del claustro, comenzando por la derecha.
En primer lugar, podemos observar una capilla donde las monjas tienen el coro, cuya portada es obra de Diego de Siloé. Más adelante, localizamos el segundo claustro, el cual no es visitable, ya que forma parte de la clausura. Y posteriormente, accedemos a las escaleras que dan hacia una segunda planta cuyo arcos de acceso muestran el lema comentado anteriormente.
Nos encontramos en el segundo ala del claustro donde podemos hallar dos salas.
Por consiguiente, en el tercer ala, nos encontramos una serie de dependencias más.
En el cuarto ala localizamos una referencia a Fray Hernando de Talavera y a su madre, Sor Cristina de Arteaga. Ella fue quién logró que el Monasterio volviera a los jerónimos. También nos encontramos la puerta que da acceso al interior de la Iglesia mediante una portada plateresca de Siloé.
Por último, al final del pasillo podemos ver la Capilla de la Virgen de las Angustias, cuya portada es una de las más importantes de todo el claustro.
¿Qué os ha parecido el Monasterio de San Jerónimo desde dentro? ¿Conocíais todas sus salas y dependencias? Si aún no has visto el Real Monasterio de San Jerónimo o quieres conocerlo aún más a fondo tras haber conocido parte de su interior, no dudes en adquirir las entradas a través de nuestra página web.
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