Aunque el Monasterio de la Cartuja de Granada cuenta con una gran conservación, no siempre ha permanecido tal y como lo observamos hoy día, sino que, a lo largo de los años, ha soportado ciertas modificaciones y renovaciones. Por esta razón, es importante conocer cuáles son los espacios perdidos del Monasterio de la Cartuja.
¿Te gustaría conocer qué áreas desaparecieron del Monasterio de la Cartuja? ¡Quédate a leer este post, te mostramos todo lo que debes saber a continuación!
El legado del Instituto Gómez Moreno posee datos muy importantes sobre la estructura y la composición del claustro grande del Monasterio de la Cartuja de Granada. Así, dicho espacio contaba con 76 arcos sostenidos por columnas toscanas y rodeado por una cenefa de maravillosos azulejos.
En el centro del claustro podíamos observar un patio poblado de arrayanes, palmeras, sauces y cipreses y, en los costados, se disponían 26 celdas para los monjes. Además, los ángulos del claustro permitían acceder a las celdas, la casa del prior, la sala capitular, la iglesia y la sacristía.
Cabe resaltar que la cubierta de las galerías tuvo que ser revisada en diferentes ocasiones y no aguantó demasiado, ya que, en 1754, se sustituyó por bóvedas de yeso. A esto se sumó que, un año más tarde, el terremoto de Lisboa obligara a tapiar los arcos y, en 1810, la llegada de los franceses a Granada provocó la primera exclaustración, desmantelando el claustro para vender las columnas, los mármoles y los azulejos.
Otra de las secciones que han cambiado con el tiempo en el Monasterio de la Cartuja de Granada son las celdas, puesto que su morfología correspondía con la habitual distribución espacial de doble planta.
Este hecho se justifica ante la necesidad de los monjes de contar con un espacio amplio en el que poder mantener su vinculación con Dios, disponiendo de moradas divididas en diferentes dependencias.
Sin embargo, en los claustros nunca se crearon espacios de estancia comunitaria, sino que había celdas específicas, como la del boticario o el cerero, pero nunca un lugar que se alejara de la vida eremítica de los monjes.
Finalmente, para conocer todos los espacios perdidos del Monasterio de la Cartuja, no podíamos olvidarnos de mencionar la casa del prior. Esta se disponía en el ángulo suroeste del claustrón, con la finalidad de estar próximo al claustro grande y, a la vez, del compás y el exterior.
En 1629 fue reconstruida tras la tormenta que sucedió durante el verano de ese año, lo que hizo que fuera necesario derribar la anterior casa para desaguar el claustro de los monjes.
Como se ha podido observar a lo largo de este artículo sobre los espacios perdidos del Monasterio de la Cartuja, este emplazamiento posee una gran historia y en su interior podemos admirar numerosas estancias utilizadas por los monjes cartujos durante su presencia en Granada, destacando los acontecimientos que tuvieron lugar en cada una de las habitaciones.
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