El complejo sacromontano se sitúa como uno de los monumentos más destacados de la ciudad de Granada, ya que cuenta con una importante historia, además de poseer una notable belleza tanto en su interior como en sus alrededores. Por este motivo, es necesario conocer la escultura y la pintura de la Abadía del Sacromonte.
¿Te gustaría descubrir algunas de las obras de arte que encontramos en la Abadía del Sacromonte de Granada? ¡Quédate a leer este post, te mostramos todo lo que debes saber a continuación!
En referencia a las esculturas de la Abadía del Sacromonte, sobresalen las obras de José Risueño, Duque Cornejo, Torcuato Ruiz del Peral y de Juan Niño de Guevara.
De este modo, debemos destacar una imagen muy querida en la historia de la Abadía, pequeña en tamaño pero exultante en cuanto a belleza. Hacemos referencia a la Virgen de las Cuevas de Risueño, representando tradición y devoción en el Sacromonte.
También es necesario hablar de la Inmaculada / Asunción de Duque Cornejo que, además de su espectacularidad, es admirable por la dificultad de la talla. El autor consigue que toda la masa de la madera tallada y policromada descanse, en milagroso equilibrio, sobre un ángel niño que la sostiene sobre sus hombros.
Otra de las obras destacadas de Duque Cornejo es una Inmaculada con amplio movimiento de manto azul, en actitud orante y la cabeza levemente inclinada.
Hay múltiples Inmaculadas en la Abadía del Sacromonte que resaltan por su belleza como la de Alonso de Mena, la de Torcuato Ruiz del Peral y la Inmaculada / maternidad de José Risueño.
Por otro lado, en la Abadía del Sacromonte encontramos valiosas piezas de pintura, siendo oportuno conocer algunos de los lienzos que forman parte de la amplia colección de pinturas marianas, ciñéndonos al tema inmaculista.
Podemos comenzar con la Inmaculada atribuida a Raxis, la cual cuenta con un excepcional valor entre las primeras décadas del siglo XVII. La Virgen se mantiene en actitud orante sobre la media luna, con túnica roja y amplio manto azul bordeado de perlas junto con otros motivos.
Otro lienzo de alto valor es la Inmaculada atribuida por Gallego Burín al cartujo Fray Juan Sánchez Cotán, fechada en las primeras décadas del siglo XVII. La Virgen sobre la media luna está en actitud orante y aparece rodeada de ángeles músicos y otros que sostienen la corona y ofrecen flores a María.
Igualmente, hay que destacar el cuadro de dimensiones no habituales del pintor Juan Niño de Guevara, discípulo de Cano, donde aparece María sobre una esfera de cristal transparente, en la que se adivinan querubines. La monumentalidad del lienzo y el sentido del color la hacen destacar y fijar la atención en él.
Otros cuadros de la Abadía del Sacromonte que merecen ser mencionados son "Pacual Bailón escribiendo sobre la Inmaculada", "Don Pedro de Castro orando ante el altar de la concebida sin mancha" y "María entre Santo Tomás de Villanueva y Duns Scoto".
Como se ha podido observar a lo largo de este artículo sobre la escultura y la pintura de la Abadía del Sacromonte, en su patrimonio artístico encontramos un alto número de piezas de carácter inmaculista, sobre todo, del siglo XVIII, las cuales captan la atención de todos los turistas y sorprenden a sus visitantes.
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