Conocer cómo se produjo la fundación del Monasterio de San Jerónimo de Granada es importante para entender la esencia de este monumento, descubriendo las actuaciones que desarrollaron la Orden de los Jerónimos en la ciudad para transmitir su religiosidad y desempeñar su actividad litúrgica.
¿Te gustaría aprender cuáles fueron los orígenes del Monasterio de San Jerónimo de Granada? ¡Quédate a leer este artículo, te mostramos todo lo que debes saber a continuación!
Diversos acontecimientos, como las crisis del siglo XIV o la numerosa mortalidad que tuvo lugar por la Peste Negra, hicieron que varias personas despertaran un temor ante los castigos llegados de arriba. Así, fueron muchos los que decidieron adoptar una vida de alejamiento del mundo, tomando como ejemplo a San Jerónimo.
De este modo, se fue formando un grupo centrado en un riguroso ascetismo y en la oración, apartándose a ermitas para poder desarrollar su deseo. Así fue como nació la Orden de los Jerónimos, asentándose en un templo que acabaría convirtiéndose en el Monasterio Jerónimo de Lupiana.
Su vida comunitaria fue aprobada y gozó de protección de los reyes y la nobleza, lo que les permitió ir creciendo y expandiéndose por diversas zonas geográficas, llegando hasta Granada.
El origen del Monasterio de San Jerónimo de Granada está relacionado con la reconquista de la ciudad por parte de los Reyes Católicos, para cuya empresa no dejaron los monjes jerónimos de elevar oraciones al cielo. Por consiguiente, el asentamiento de un monasterio jerónimo en la ciudad fue propiciado por las buenas relaciones de Isabel y Fernando con la Orden.
Además, el mismo día que se había firmado las Capitulaciones para la entrega de Granada, que además era el día de Santa Catalina Mártir, se produjo un incendio en la tienda que ocupaban los Reyes en Santa Fe y, como agradecimiento al no haber sufrido ningún incidente, Isabel y Fernando establecieron que en esa misma ubicación se erigiría una ermita a Santa Catalina que serviría como convento para los monjes jerónimos.
Fundada la ermita, la reina Isabel invita a la Orden Jerónima a dar inicio de un nuevo monasterio en este lugar. Sin embargo, la permanencia de los Jerónimos en este templo fue corta, debido a las malas condiciones higiénicas del lugar, ya que al ser el asentamiento de las tropas y sus caballerías durante la guerra, había poca limpieza en la zona y estaba repleta de pulgas y otras plagas.
Los Reyes entendieron esta situación y donaron otros terrenos a los monjes jerónimos, lugar donde hoy día podemos admirar el espectacular Monasterio.
Como se ha podido observar a lo largo de este artículo sobre la fundación del Monasterio de San Jerónimo de Granada, la existencia de este monumento tiene una notable historia detrás, además de su sentido simbólico, al ser el primer templo cristiano que se construyó tras la reconquista de los Reyes Católicos.
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