La vida de San Juan de Ávila

San Juan de Ávila llegó a convertirse en un hombre muy influyente en España durante el siglo XVI, siendo el referente de grandes personajes históricos y dejando una notable huella en Granada. Por ello, hoy recogemos en este artículo la vida de San Juan de Ávila, su trayectoria y su obra.

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Infancia y formación sacerdotal

San Juan de Ávila nació en 1499 en una familia cristiana en el pueblo de Almodóvar del Campo, ubicado en Ciudad Real. Durante su infancia y su adolescencia recibió una formación cristiana y comenzó a estudiar Leyes en la Universidad de Salamanca, dejando estos estudios sin finalizar tras el cuarto año para regresar a su hogar y llevar una vida retirada dedicada a la oración.

Posteriormente, en el año 1520 acudió a la Universidad de Alcalá para estudiar Artes y Teología, donde entabló amistad con importantes personajes como Domingo de Soto, Pedro Guerrero y el arzobispo de Granada. Así, en 1526 llegó a ordenarse sacerdote.

Ejercicio del sacerdocio

Dado que sus padres fallecieron antes de que pudiera realizar su primera Misa, decidió celebrar este acontecimiento invitando a comer a 12 pobres y vendiendo todos sus bienes para ayudar a los más necesitados y centrarse en la evangelización.

De este modo, se dedicó a la predicación en su ciudad natal y las localidades de alrededor hasta viajar a Sevilla para ofrecerse misionero en América y convertirse en evangelizador del Nuevo Mundo. Sin embargo, finalmente no accedió al continente americano, pero si organizó misiones populares y visitó escuelas, hospitales y cárceles para ayudar y transmitir sus oraciones.

Procesado por la Inquisición

Entre 1531 y 1533 San Juan de Ávila vivió una mala etapa como consecuencia de una denuncia realizada por doctrina sospechosa, lo que conllevó que fuera procesado por la Inquisición y estuviera recluido en la cárcel.

San Juan de Ávila no quiso defenderse de los cargos que se le acusaban a pesar de que muchos de sus amigos le advirtieron de la gravedad de la situación.

No obstante, tras este periodo, obtuvo una sentencia absolutoria y dicha experiencia se volvió en un tema recurrente durante su actividad evangelizadora y espiritual.

Predicador y misionero

San Juan de Ávila optó por viajar hasta Córdoba en 1535, organizando predicaciones por los pueblos de la zona y creando centros de estudios para la formación del clero. Durante esta etapa es donde conoce a Fray Luis de Granada, con quien entabla una gran amistad

Trataba de conseguir una mejora en la educación de las personas que se preparaban para ser sacerdotes, a la vez que reformaba la Iglesia para lograr una mayor santidad de clérigos, religiosos y fieles.

En 1936 acude a Granada a petición del arzobispo D. Gaspar de Ávalos y, con sus oraciones en la ermita de San Sebastián, obtiene la conversión de Juan Cidade, un antiguo soldado que en ese momento es librero ambulante y que ahora conocemos como San Juan de Dios. Así, en la ciudad granadina forma su grupo de discípulos más distinguido.

Tras recorrerse Andalucía y Extremadura orando y predicando, en 1544 se retira hasta Montilla (Córdoba) al caer bajo una enfermedad, falleciendo en mayo de 1569.

Obras de San Juan de Ávila

Finalmente, para conocer la vida de San Juan de Ávila, no podíamos olvidarnos de mencionar sus grandes obras.

Cabe resaltar que en todos los lugares por los que pasaba San Juan de Ávila construía una fundación, un colegio o un centro de estudios, siendo destacable la Universidad de Baeza (Jaén).

Además, durante su paso por la cárcel, escribió la primera versión de su obra más conocida, el tratado de vida espiritual Audi, filia. También se encargó de escribir los famosos Memoriales para el Concilio de Trento y es el autor del Tratado del amor de Dios.

Como se ha podido observar a lo largo de este post, la actuación de San Juan de Ávila supuso una reforma para la Iglesia y, además, la calidad de su doctrina teológica ha hecho que se le conozca como un maestro sacerdotal, transmitiendo mensajes espirituales que aún siguen calando en nuestra sociedad.

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