La sacristía de la Catedral de Granada

A la sacristía de la Catedral de Granada se accede a través de una portada renacentista proyectada por Diego de Siloé gravada por las efigies de San Pedro y San Pablo. En el óvalo central se aprecia la representación de la Virgen Madre con el Niño Jesús en su regazo.

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La Sacristía de la Catedral de Granada

La sacristía es el lugar donde se guardan los vasos sagrados utilizados durante las celebraciones eucarísticas. De igual modo, también se encuentran las vestimentas necesarias utilizadas por los ministros del culto. Por ello, la presencia de mobiliario, cajoneras y espejos son elementos fundamentales.

La mesa que se sitúa en el centro de la estancia recibe el nombre de calicera, debido a que en ella se deposita el cáliz que ha de servir para la celebración.

La parte superior de la estancia se decora con una colección de lienzos de los apóstoles de escuela napolitana. Mientras que a su izquierda, cerca de la puerta, centrando un maravilloso marco dorado barroco se encuentra la Virgen del Socorro, con unas delicadas facciones en el rostro, que los estudiosos ponen en relación directa con la pintura de Leonardo Da Vinci.

Sus obras

En este espacio se guardan importantes obras pictóricas influenciadas por la maestría de Cano. Entre ellas destacamos los desposorios místicos de Santa Catalina de José Risueño y la aparición de la Virgen a San Julián de Pedro de Moya.

En el vestíbulo que precede a la sacristía de la Catedral de Granada, observamos una gran colección de pinturas en sus muros.

En la puerta de acceso, antes de entrar a su interior, observamos un magnífico lienzo de Leandro Bassano que ilustra el anuncio del nacimiento de Jesús a los pastores.

Posteriormente, sobre la puerta se encuentra la expresiva pintura de la misión de San Juan de Dios en la que el Niño Jesús revela que Granada sería su cruz. De igual modo, la aparición de la Virgen a San Bernardo, obra de Pedro de Cieza también es de gran relevancia artística, tal como la Sagrada Familia de Juan de Sevilla, el gran discípulo de Cano.

Repartidos por la sacristía se encuentran unos cobres flamencos que llaman la atención ilustrando diversos momentos de la vida pública de Jesús.

Al fondo se puede observar la talla del crucificado que preside la sacristía, obra barroca de los hermanos García. Esta es considerada una de las mejores esculturas de Cristo muerto en la cruz, destacando la talla y la policromía.

Debajo, se custodia la obra que identifica a la Catedral de Granada, la Inmaculada Concepción de María, realizada por Alonso Cano. Ante ella, los canónigos comienza y finalizan solemnemente las antífonas marianas correspondientes a cada tiempo litúrgico.

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