La sacristía de la Cartuja de Granada supone un enclave del monumento, la cual presenta ciertas dudas acerca de su autoría. El Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción "La Cartuja" se encuentra ubicada en la zona norte de la ciudad de Granada. Su proceso de construcción fue muy amplio, el cual comenzó a principios del siglo XVI y finalizó durante el siglo XVIII.
En este artículo vamos a hablar acerca de la sacristía y todo lo que conlleva en este monumento histórico.
La sacristía está ubicada tras el altar mayor, adosada al ábside por el lado del Evangelio. La construcción comenzó en el año 1732 bajo un proyecto de Hurtado Izquierdo, uno de los artistas más destacados del barroco español, y finalizó en 1764.
Se considera como continuador de la obra al arquitecto conocido por el nombre de José de Bada. De igual modo, no se descarta la opción de que fuera el lego fray José Manuel Vázquez. Pero lo que sí se sabe con certeza, es que participaron el cantero Luis de Arévalo y el tallista Luis Cabello en una fase avanzada de la obra.
Supera la lógica de cualquier otra sacristía, por lo que se considera como un verdadero templo.
Su arquitectura se sustenta al experimentalismo barroco andaluz con breves referencias a la tradición musulmana, en su novelística lineal y abstracta.
Posee planta rectangular de cuatro tramos, con nave cubierta de bóveda de cañón con lunetos y el ábside que consta de retablo mayor y cúpula. Podemos observar la mezcla de labores de yesería tallada en motivos de movimiento, carpintería y pintura.
La luz es el elemento clave y esencial de su arquitectura. Por la totalidad de sus paredes podemos observar labradas en estuco formas abstractas y geométricas, lo cual provoca en la visión del visitante un increíble efecto ilusorio.
Existe un vacío central en el cual resalta el efecto de grandeza, así como la blancura de sus paramentos y el juego de sus volúmenes. Por otro lado, el diseño romboidal del suelo provoca una gran sensación de profundidad por toda la sala.
Con respecto a lo decorativo, se expone el lenguaje clásico con un nuevo uso de las órdenes y las proporciones. Todo ello entremezclado con una serie de citas de la cultura rococó del momento.
Las grandes pilastras sobre las que se articula el perímetro del recinto se encuentran sustentadas sobre un zócalo rojo de mármol veteado elevado bajo un suelo de rombos blancos y negros, mediante el cual se organiza la nave. Este se encuentra recubierto por una sucesión de molduras mixtilíneas de ritmo quebrado y ascensional.
En la nave se inserta la cajonería de Vázquez con un diseño de taracea de influencia mudéjar con dibujos geométricos llevados a cabo con maderas nobles, marfil, plata y nácar. Todo ello sometido a un estudio de la luz y la sombra en contraste.
Por otro lado, la sacristía de la Cartuja consta del retablo, el cual se encuentra realizado bajo mármoles de colores con dos esculturas de mármol blanco, una de San Bruno y otra de la Inmaculada.
Por último, la cúpula fue decorada en 1735 por Tomás Ferrer, mostrando al patrón San Juan Bautista y al fundador San Bruno.
Como hemos podido comprobar, la sacristía de la Cartuja de Granada dota de gran espectacularidad a este impresionante templo, siendo uno de los emplazamientos más bellos de la ciudad.
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